Cómo combatir el miedo de los niños al dentista
La odontofobia o miedo al dentista en una realidad que afecta a algunas personas y que hay que tratar de combatir. Nosotros en este post del blog, como centro especializado en odontopediatría en Móstoles, queremos centrarnos en el miedo al sillón del dentista, pero en el caso de los niños.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta fobia afecta a un 15% de la población española. Por eso, si esta situación se da en la etapa infantil, hay que tratar de combatirla para que no se alargue hasta la edad adulta.
Una de las primeras recomendaciones para evitar que los niños sientan miedo ante la idea de sentarse en el sillón del dentista es crear un ambiente sensorial adaptado en cuanto a iluminación, color y música. Una manera de reducir los niveles de ansiedad en los más pequeños.
Ayudarles a superar este tipo de miedo es cometido, además de los profesionales de Atlas Centro Médico y Dental, de los padres y madres. ¿Por qué decimos esto? Porque, entre otras cosas, en manos de los adultos está el hacer que vean la visita al dentista como un hábito más. Se puede optar también por los regalos y pequeños incentivos. Siempre y cuando se laven los dientes, claro está. Esto puede ser más aconsejable sobre todo en el caso de los tratamientos más largos como las ortodoncias y los empastes.
La sedación consciente
Es importante además evitar expresiones que hagan referencia a sensaciones negativas como por ejemplo “no te van a hacer daño”, “no te van a pinchar”, “no tengas miedo”, etc. Por descontado, hay que acudir a centros odontológicos que cuenten con personal especializado en público infantil. Llevándoles siempre a la misma clínica logramos que se familiaricen con el personal, lo que también redunda en una mayor tranquilidad del niño. Tranquilidad que también se refuerza apostando por profesionales que usen un lenguaje adecuado al tipo de paciente que están tratando.
Si hay hermanos mayores, se puede hacer que los pequeños entren en la consulta cuando estos estén en el sillón del dentista. Es una forma de que normalicen la situación. De todos modos, cuando al niño le cueste especialmente mantenerse tranquilo, se puede recurrir a la sedación consciente. Se trata de que el odontopediatra pueda intervenir estando el niño en un estado de relajación.